Jean Paul Gaultier Le Male edt 75ml
Sinfonía de notas combinadas en perfecto contraste dan como resultado una fragancia única, masculina y con carácter: LE MALE, de Jean Paul Gaultier.
Las fragancias del conocido diseñador francés reflejan el espíritu de su creador. Inconformista, transgresor, personal, alejado de las vanguardias..., Jean P. Gaultier plasma en todas sus creaciones su visión de un mundo en el que el hombre y la mujer son base de su inspiración. La moda se convierte así en un medio de transmitir la pasión del modisto por combinar los polos opuestos: la elegancia y el glamour del pasado con la estética más futurista y atrevida. Combinaciones “imposibles” en un escenario de exclusividad, en donde el perfume se transforma en el telón de fondo que lo envuelve todo. Las esencias de Gaultier son imagen de su interpretación de este universo personal que seduce de forma inmediata a quien entra en contacto con él.
LE MALE, fragancia masculina de Jean Paul Gaultier por excelencia, lleva casi dos décadas conquistando al hombre despreocupado, pero seguro de sí mismo; romántico, pero con un carácter fuerte y, ante todo, con una personalidad muy marcada que sabe muy bien lo que debe comprar para que le defina ante el mundo. Los contrastes tan perseguidos por Gaultier llegan a su máxima expresión en este perfume que sorprende por su atrevida combinación de esencias naturales, y que provocan una sensación olfativa única, reconocible e inimitable. Notas de salida de menta, revitalizante y fresca, dan paso a un corazón de lavanda que fluye hasta un fondo de balsámica vainilla. La menta, conocida por proporcionar bienestar y frescura, aporta matices metálicos a una fragancia que emplea la lavanda, planta aromática típica de la perfumería masculina, como nota central de su creación. La elegancia de la lavanda se ve potenciada por los acordes especiados de la vainilla, sensual y cálida, serena y exótica. De esta sabia combinación nace LE MALE, una fragancia cuyo nombre lo dice todo: masculinidad en estado puro.
Y si la fragancia es exclusiva, no podría serlo menos la forma de su presentación. Cuidando los detalles al máximo e intentando que el envase sea la transmisión visual de la esencia que contiene, Gaultier sorprende una vez más con una botella que es casi una obra de arte, una escultura que representa el torso masculino, fabricada en vidrio mate efecto escarchado y con las características rayas marineras que acompañan al perfume desde sus comienzos. Una combinación perfecta (contenido y continente) que no tiene precio y que se complementa con un estuche metálico de inspiración industrial acorde con la imagen que el diseñador quiere dar a su exclusiva creación. En definitiva, una fragancia clásica y moderna, extremadamente fresca a la vez que dulce, potente y suave al mismo tiempo..., combinaciones “imposibles” que solo el ingenio creativo de Jean Paul Gaultier puede hacer realidad.